CRECIMIENTO PERSONAL

No seas Mediocre


¿Crees que estás dando lo mejor de tí mismo?
En cualquier ámbito de la vida. Me da igual si hablamos de trabajar, de tu relación de pareja, de tus amigos o de hacer deporte. ¿Eres capaz de dar lo mejor de tí mismo, de ir más allá de tus límites, de buscar siempre dar más del 100%?

Yo creo que puedes hacerlo mucho mejor.


Quiero recordártelo porque si no, corres el riesgo de convertirte en una persona mediocre.


El camino a la mediocridad.

¿Por qué ser realista? Ser realista es el camino más común a la mediocridad.” -Will Smith-


Cada día desde que te levantas hasta que te acuestas eres tú, y sólo tú el que tomas tus propias decisiones, tú decides si quieres convertirte en una persona excepcional o en una persona promedio. Del montón.


Lo más fácil es decidir ser una persona “promedio”. Es lo más seguro. Es lo que hace todo el mundo. No apuntes demasiado alto con tus ambiciones, no vaya a ser que fracases y los demás se rían de tí. Mejor haz lo que hace todo el mundo. Aspira a ser normal, a ser uno del montón. No destaques, no busques problemas, no seas diferente, es peligroso, te puedes meter en líos. El éxito es para otros.


Si hay algo que te tiene quedar claro después de la crisis que comenzó en 2008 es que ser promedio ya no es una opción. Ser promedio, ya no es seguro. Ni para las empresas, ni para las personas.


Te puedo poner muchos ejemplos de porqué ser promedio ya no es una opción. El primero que me viene a la cabeza es éste:


En 2008 Nokia era el primer fabricante de teléfonos móviles del mundo. Blackberry era la PDA que utilizaban los ejecutivos de medio mundo. Ambos eran las soluciones “estándar”, terminales “promedio”, que hacían lo que se esperaba que hiciesen.


Entonces llegó Apple, y sacó el primer “Smartphone”, el iPhone. En Nokia y en RIM (la compañía que comercializaba la Blackberry) se rieron ¿un teléfono sin teclado? Ridículo. No es lo “estándar”. No es el promedio.


Siete años después, Nokia y RIM se encuentran casi en banca rota, han perdido su cuota de mercado y sólo pueden copiar lo que hizo Apple hace 7 años.


Ser promedio parece que es lo más seguro. Pero te lleva al conformismo. Te lleva a no aspirar a más. Te lleva a ser pasivo. Ser promedio te lleva a ser mediocre. Y lo mediocre acaba desapareciendo.


¿Cuántas personas que tenían trabajos “promedio” se han visto sin empleo de la noche a la mañana? Trabajos que ya no van existir, porque los trabajos promedio ya no son necesarios, se pueden automatizar o subcontratar en países con un coste de mano de obra más barato.


El problema es que hay demasiada gente “promedio”. Demasiada gente mediocre. Un exceso.


Por eso muchas personas que buscan empleo, jamás lo encontrarán, decidieron ser mediocres hace años, y deciden ahora no cambiar su situación. Claro, es más fácil culpar a otros de su mediocridad. “No hay trabajo”“La culpa es de los políticos”“Los bancos son unos corruptos”.


Indicadores que te darán pistas de cuándo es hora de cambiar de trabajo

  • La idea de ir a trabajar te aburre. Haces todo lo posible por no tener que pensar en nada que tenga que ver con trabajo. Es bueno desconectar cuando sales, pero no es normal que te salgan sarpullidos cada vez que ves un folleto de la empresa donde trabajas.
  • Te sientes sin fuerzas. Pospones todos los recados y tareas más laboriosas que tienen que ver con tu trabajo. Pides a tus compañeros que hagan trabajos por ti continuamente. Si no te sientes con energías de desempeñar correctamente tu trabajo, no contribuyas a la pirámide de la mierda, o tus compañeros podrían sentirse estafados.
  • Te cuesta mucho levantarte. Utilizas constantemente el botón de ‘snooze’ suplicando 5 minutos más de sueño. Es verdad que hay personas más perezosas que otras, pero cerrar los ojos para no ver los problemas, no es buena solución.
  • Entras en pánico cuando suena el teléfono y es tu jefe/a. Pones excusas de todo tipo para no coger el teléfono a tu jefe (estaba cocinando, conduciendo, durmiendo, diseccionando ranas…), cuando la realidad es que te aterra que pueda encargarte una tarea o hacerte pringar más de la cuenta.
  • Tienes más roces con tu familia, pareja y amigos. Como se cuenta en un capítulo de CCAVM, “el círculo de los gritos” suele cerrarse en casa. Las personas que aguantan situaciones de tensión en el trabajo, suelen pagarlo con sus seres queridos. A la larga, esta situación puede llegar a costarte alguna relación.
  • Te sientes ninguneado/a. Sientes que tus aportaciones no son valoradas ni por tus jefes ni por tus compañeros. Has perdido las ganas de aportar con tus ideas e iniciativa o han disminuido las ganas de hacer bien tu trabajo.
  • Te sientes estancado/a. No tienes posibilidades de mejorar o crecer en tu sector. Si no es por culpa tuya, bien estas en un sector que limita tu potencial, o puede que sólo estés en la empresa equivocada.
Cambiar de Trabajo
Cualquier empresa mirará por sus intereses a la hora de tomar decisiones con respecto a ti. Si no rindes lo suficiente, si no encajas en su filosofía, si no les gusta tu carácter, si quieren a alguien más guapo o más rubio, o con los ojos más azules, no les temblará el pulso por sustituirte. No es que un empresario no tenga alma, es simplemente lo que deben hacer. Mirar por sus intereses como empresa.
Exactamente de la misma manera, deberías hacer tú lo mismo, sin remordimiento ninguno y sin acritud. Debes tener claro lo que quieres y luchar por ello. En este sentido, no dudes en tomar decisiones de la manera más egoísta y práctica que puedas, ya que NADIE lo hará por ti.

Mira por tus intereses y ten más que ofrecer que el resto. Tendrás el éxito profesional mucho más cerca y darás menos palos de ciego.

Debes de ser honesto con tus jefes, pero más honesto aún contigo mismo. Y como diría Robert Kiyosaki: “No busques el empleo en el que más dinero te paguen, busca el empleo en el que más aprendas”.
¿Crees que he hecho bien o mal, al dejar mi trabajo? ¿Te sientes o te has sentido así en algún trabajo? ¿Qué has hecho para mejorar tu situación? ¿Aún piensas que trabajar en un sitio en el que estés a gusto, no depende de ti?